Cada empresa es única; y en esta etapa se trata de descubrir qué factores inciden en la competitividad de nuestro cliente, su modelo de negocio, la forma en que trabajan sus colaboradores, así como las situaciones que podrían estar amenazando la continuidad del negocio. Se busca entender si existe la oportunidad de aportar valor genuino a nuestro cliente, entendiéndolo como el factor fundamental para construir una relación a largo plazo.
En esta etapa se determina el alcance de nuestro trabajo en conjunto y, profundizamos sobre la distancia que actualmente separa a nuestro cliente respecto hacia donde quiere llegar; ¿Qué es lo que lo impide?. Cuanta más información obtengamos, más real y preciso será nuestro informe. Es por ello que haremos todas las preguntas que sean necesarias, e incluso cuestionamos esas respuestas, el objetivo es aportar valor para la empresa que nos eligió.
Con la información obtenida hasta el momento determinamos ¿Cómo llevar al cliente al lugar donde quiere estar?. Elaboramos un proyecto sobre todas las acciones que son necesarias para lograr ese objetivo, desde la mejora de procesos hasta la implementación de herramientas tecnológicas que mejoren la gestión. Buscamos aportar valor genuino a las empresas para mejorar la manera en que las personas trabajan volviéndola escalable.
Es momento de iniciar el proyecto. Nuestro equipo tomará el control en esta etapa, para que mediante reuniones semanales podamos lograr el cambio que necesita nuestro cliente. Juntos trabajaremos para llevarlo al siguiente nivel.